Mundo Frozen
Vivimos en un mundo “Frozen”, en donde las niñas están fascinadas con Elsa y Ana, se saben todas las canciones y las cantan a todo pulmón, se visten como ellas, y tienen toda la colección de cosas que existen alrededor de la película, desde el lápiz, la mochila y el estuche, hasta la blusa, los tenis, la chamarra y la muñeca a tamaño real. Y está bien, porque es una historia maravillosa en donde el amor lo puede todo, y en este caso no el típico amor de pareja, donde el típico príncipe salva a la princesa, sino en donde el amor de la familia es lo más importante.
Lo que no está tan bien es que muchas de nosotras y también muchos hombres, estamos pareciera que viviendo en un mundo “Frozen”. Suena raro, sí, porque claro que no vivimos dentro de una película, y claro que no todo se está congelando a nuestro alrededor, aunque a veces pareciera que sí, con estos climas tan extremos; pero a lo que me refiero es que estamos construyendo castillos de hielo a nuestro alrededor y sobre todo alrededor de nuestro corazón. Nos da tanto miedo sentir y que nos lastimen, que mejor nos convertimos en ice Queens o Kings como Elsa y echamos hielo a todo aquel que intente acercarse a nosotros.
No queremos sufrir ni ser vulnerables y la verdad es que sí, sentir, realmente sentir nos coloca en esa posición de vulnerabilidad en la que claro que podemos llegar a sufrir, pero en la que también podemos llegar a disfrutar y a ser muy felices si nos lo permitimos. Como en todo en la vida siempre va a haber dos extremos, dos polos, pero si no nos arriesgamos y nos abrimos y nos permitimos sentir, nunca vamos realmente a saber ni a poder disfrutar de ese tipo de felicidad.
Nos lastimamos más al aislarnos, al ponerle barreras a la gente, al no dejar que nadie se acerque. Porque además muchas veces nos tomamos muy en serio el papel y creamos castillos de hielo enormes, que no dejan que nadie pase; en ocasiones inclusive le bloqueamos la entrada a nuestra familia y amigos. Sentir, amar a otros y enamorarnos, no nos hace débiles, quizá si vulnerables, pero eso es lo que nos hace humanos, y lo que al final nos hace fuertes, pues nada nos fortalece tanto como amar y ser amados.
Así que literalmente cantemos “Let it go” y dejemos ir esas inseguridades y esos miedos, y empecemos a derretir estos castillos de hielo que hemos construido a nuestro alrededor, que más que protegernos, nos alejan de grandes posibilidades y cosas maravillosas como enamorarnos, amar, disfrutar y ser felices con las personas que nos rodean. Total, ¿qué es lo peor que puede pasar si bajamos la guardia? ¿Sufrir? ¿Qué nos rompan el corazón? ¿Desilusionarnos? Pues sí, pero todo eso es parte de la vida, y nos hace más fuertes y nos hará valorar realmente mucho más cuando llegué la persona correcta a nuestra vida. Dejémos que el mundo “Frozen” sólo exista en la película.
sección: Heart to heart