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Cuidando al corazón del "No Compromiso"

¿Qué pasa cuando sentimos demasiado y nos encariñamos muy rápido? Pues de entrada, para evitar sentir tanto dolor, para evitar sentir todo al máximo, lo más probable es que hayamos ido construyendo una barrera, una máscara frente al mundo, una frialdad externa, que vaya diluyendo un poco todo lo que sentimos para que no nos duela o nos afecte demasiado si algo llega a salir mal. Pero nosotros sabemos la realidad, sabemos que nuestro corazón siente mucho, y que cada vez que empezamos una relación de cualquier tipo, así dure cinco minutos, nos va a afectar.



Debemos estar atentos a las señales de peligro, a los signos que nos indican que la persona puede resultar perjudicial para ese corazón frágil y sensible, para así evitar exponerlo a un daño innecesario. Aquí hablamos de los posibles “patanes”. Pero claro que somos muy tercos, y en las batallas del cerebro vs corazón, muchas veces preferimos ponerle “mute” a lo que pensamos y nos guiamos por lo que sentimos, aun cuando sabemos el riesgo que esto pueda implicar.



Debemos tener en cuenta que el dolor es algo que vamos a experimentar innumerables veces en nuestra vida, pero el sufrimiento es algo opcional, y nosotros lo prolongamos el tiempo que queramos. No podemos dejar pasar todas las oportunidades que se nos presenten, o dejar de vivir experiencias, por el simple hecho de tener miedo a sufrir. Tenemos que exponernos, tenemos que vivir; claro que con cuidado y asumiendo el riesgo y las consecuencias de lo que decidamos. Pero la verdad es muy cansado estar tratando de esquivar el dolor, porque es un riesgo que literal existe en todo lo que decidamos hacer. Más bien depende de nosotros elegir si sufrimos o mejor aprendemos y nos fortalecemos de ese dolor sufrido.


También es muy cansado estar todo el tiempo pensando que las cosas van a salir mal, que vamos a sufrir, que nos van a lastimar. Si de entrada así empezamos las cosas, seguramente sí salgan mal, sí suframos y sí nos lastimen. Qué horror empezar algo pensando de forma negativa. Mejor pensemos positivamente y con todas las ganas para que así las cosas puedan fluir y no se vean obstaculizadas por nosotros mismos y nuestros malos pensamientos. Lo que sí podemos hacer es tomar ciertas precauciones, ciertos cuidados para protegernos pero sin llegar al extremo de poner enormes barreras o de alejarnos por completo.




¿Qué pasa entonces cuando aquella persona que nos atrae, nos invita a estar en una relación casual, es decir sin compromiso? ¿Le entramos aun sabiendo que va a ser muy difícil evitar meter a nuestro corazón en esto? O ¿Mejor ignoramos lo que sentimos y huimos rápidamente de la situación para evitar sufrir?


Queremos vivir, aprender y experimentar ¿cierto? Entonces la verdad es que por lo menos una vez en la vida debemos de darnos el chance de estar en una relación casual, donde no exista compromiso y donde podamos divertirnos sin ningún tipo de atadura. Y tengamos claro que aceptar estar en una relación así no nos hace zorras, ni fáciles, ni pecadoras ni mucho menos.



Pero para que todo esto nos funcione debemos de tomar ciertas cosas en consideración; sobre todo si somos de los que andamos por la vida con nuestro corazón en la mano.


Jamás debemos de perder de vista que la relación es algo casual.


Para evitar que haya conflictos de cualquier tipo, debemos de hablar con claridad y honestidad acerca del tipo de relación que tendremos y establecer un cierto tipo de acuerdo sobre cómo funcionaran las cosas. Hablar acerca de la importancia de la discreción, de que las cosas que pasen entre los dos deben de quedarse entre los dos y de cómo se va a manejar la relación frente al resto de las personas; de si será una relación exclusiva o también estará con otras personas (de preferencia que sí sea algo exclusivo sino estará feo y hasta riesgoso para nosotros saber que está con alguien más o varias más).


Ser siempre claros, honestos y respetuosos. Así evitaremos cualquier tipo de problema.


Tener en mente que si en cualquier momento algo de la relación no nos gusta, nos sentimos presionados o empezamos a sentir algo por el otro (y eso es algo que no queremos pues la otra persona sabemos que solo quiere algo casual) nos podemos salir de ahí sin ningún problema. Primero estamos nosotros siempre.


Marcar siempre los límites. Si hay cosas que no queremos, hacérselo saber, marcarle hasta dónde puede llegar. No podemos dejar nunca que alguien nos haga hacer algo que no queramos.


No hay ningún tipo de compromiso entonces no podemos esperar nada de la otra persona. No esperes que se comporte como si fuera tu novio, porque no lo es. No esperes que sea cariñoso o detallista; ya si lo llega a ser, será un plus y una grata sorpresa. No tener expectativas.

Por más que sea lindo y atento, e incluso llegue a ser detallista y cariñoso, no empecemos a ilusionarnos o a hacernos ideas, pues eso puede llevar a que nos enamoremos y ese no es el plan.


No hablar de sentimientos y mucho menos meterlos, pues al ser una relación sin compromisos, está implícito que esos se deben quedar fuera.

Tratar de ser lo más casual y cool en todo momento. Finalmente aquí se trata de divertirse y pasarla bien.


Nunca mostrar celos ni ser posesivas. En realidad no somos nada, así que no podemos exigirle nada tampoco. Además si se estableció que sería algo exclusivo, deberemos de confiar en que así será.


No hacer dramas; lo que quiere es pasarla bien y no tener compromiso porque eso implica responsabilidad y mil cosas que le dan flojera o para las que no está listo. Si empieza a oír dramas, va a querer salir corriendo pues es justo lo que quiere evitar.


No estar siempre disponible ni siempre presente. También hay que darnos a desear y como en cualquier tipo de relación las cosas son de dos, así que tanto nosotras lo podemos buscar como él a nosotras, pero que no siempre seamos nosotras. Qué también haga su lucha y se esfuerce por las cosas.


No dar todo a la primera. Hay que ir con calma y dejar que las cosas sucedan a su tiempo; el famoso “keep them wanting more”, mantenerlos intrigados, con ganas. Que no se confundan, aceptar estar en una relación así no es que seamos fáciles ni mucho menos.


No mostrar nervios ni pena. No reprimirnos. Es algo casual, dejémonos de tanto pensar y sobre analizar las cosas, disfrutemos las cosas como se vayan dando, aquí las cosas son en el hoy, pues realmente no hay ningún futuro. Así que “enjoy”.


Mostrarnos como somos, estar guapas, seguras, sexys y felices. Eso siempre les llama la atención.


Son varias cosas que hay que tener presentes, pero que si las tomamos en cuenta nos van a ayudar en caso de que decidamos estar con alguien sin compromiso alguno, y nos van a permitir disfrutar de lo que vivamos sin hacernos cuentos chinos en la cabeza. Probablemente no sea fácil pero hay que intentar cosas nuevas y debemos aprender a disfrutar sin preocuparnos tanto.


Además ahí va una información extra: los hombres piensan que las mujeres somos súper emocionales y que para todo y en todo siempre metemos los sentimientos. Pero si tomamos todo lo anterior en consideración y entonces ellos se dan cuenta de que esto no está sucediendo y que nosotras estamos cool dentro de lo casual, se van a sorprender y eso los pica más, los intriga, les llama la atención. Y las cosas entonces podrían empezar a suceder al revés, es decir, que mientras nosotras estamos cool teniendo muy claro que no hay compromiso y que no hay sentimientos de por medio, él puede empezar a clavarse (ojo, no estoy diciendo que esto siempre pase, pero puede llegar a suceder). Si esto pasa, entonces las cartas ya estarían más de nuestro lado y ya estaría en nuestras manos decidir qué hacer, si permitir que las cosas cambien y que ya haya compromiso y una relación real, si seguir con lo casual o si dar por terminado todo el asunto.



Si existe la posibilidad de que nosotras al entrar a una relación así, no podamos evitar involucrar los sentimientos y caigamos, también existe esa posibilidad para ellos (finalmente no son de palo y sienten), pero debemos de estar conscientes que esto puede no pasar, y ellos se mantengan fieles a la idea de no querer compromiso. Por eso no podemos perder de vista nunca esa parte, para no andar sufriendo por los rincones; finalmente el “no compromiso” fue el acuerdo inicial y no es como que lo haya escondido. Así que ya sabiendo un poco más cómo son las cosas, podemos decidir mejor si tomamos el riesgo o no.




Gracias a E, S & R por su colaboración en la realización de este post.


sección: Heart to heart


créditos de imágenes:

-espanol-babycenter.com

-nadirchacin.com

-la-oracion.com

-kijadoll.deviantart.com

-comohacerpara.com

-uk.askmen.com

-vengoenbreve.blogspot.com

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