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Esa Es Mi Mamá

La meta en la vida de muchas mujeres es casarse y convertirse en mamás. Pero ¿qué pasa cuando esa meta no se cumple? ¿Qué pasa cuando siendo una mujer que sueña ser mamá te dicen que no vas a poder serlo? Por aquello del 10 de mayo y toda la celebración que existe en torno a las mamás en este día, yo les voy a contar la historia de mi mamá.



Como la gran mayoría de las mujeres, ella soñaba con casarse y formar una familia. Se casó cuando tenía 24 años y él 28, después de cómo 4 años de haber sido novios. Al poco tiempo quisieron empezar a tratar convertirse en papás, teniendo una edad perfecta para poder lograrlo. Pero por más que intentaban, no obtenían el resultado esperado. Fueron con doctores y se hicieron pruebas y estudios para ver qué pasaba. Malas noticias. Ella sufría de una enfermedad llamada endometriosis, enfermedad que puede llegar a causar infertilidad. Esta enfermedad ocurre cuando las células que cubren al útero, empiezan a crecer en otras partes del cuerpo, quedándose en él en lugar de ser eliminadas en la menstruación.



El caso es que ya tenía endometriosis bastante avanzada, al grado que el ginecólogo le dijo que sus probabilidades para quedar embarazada eran de 0%. Imagínense el impacto de esta noticia cuando ser mamá es uno de tus sueños. Pero ella no se derrumbó, se negó a creer que no hubiera ninguna posibilidad. Investigó, estudió, incluso fue parte de una fundación de endometriosis en donde se ayudaba a mujeres con este padecimiento. Intentó mil tratamientos, largos y dolorosos; procedimientos como laparoscopias, ingesta de hormonas y medicamentos; sufriendo alteraciones físicas, hormonales y por supuesto emocionales.

Ocho años después del diagnóstico y de la terrible noticia, estuvo intentándolo sin obtener resultados. Cualquier otra ya se hubiera derrumbado, rendido, resignado. Ella no. Mientras oía a mujeres tomarse los medicamentos diciendo “te odio maldita pastilla”, ella se los tomaba siendo positiva y con la mejor actitud diciendo “con esto voy a lograrlo”. Su fe absoluta, su actitud positiva, su optimismo, su fortaleza, su perseverancia y sus enormes ganas fueron las que la llevaron a conseguir lo “imposible”.


Un día los resultados cambiaron, lo imposible se volvió posible, y ante el shock de su ginecólogo, recibió la noticia de que estaba embarazada. Un milagro frente a ese 0% de probabilidad de lograrlo. Una noticia que la llenó de alegría a ella, a su esposo y a toda la gente que la estuvo acompañando en este largo camino. Un camino difícil, lleno de obstáculos, de dolor, de desesperación y frustración. Pero que finalmente trajo frutos y se convirtió en una enorme felicidad.


Resulta que eso “imposible”, que ese “milagro” soy yo. Que hoy existo y tengo 25 años, gracias a que mis papás, y sobre todo mi mamá nunca se rindieron y lucharon y lucharon por muchos años. Vivieron tiempos difíciles sin duda, pero finalmente recibieron lo que tanto estaban esperando, el regalo de ser papás.



No es por presumir ni nada, pero se siente muy padre, saber que fuiste alguien muy esperada por mucha gente. Padrísimo oír las historias de la gente que te cuenta acerca del largo caminar de tu mamá y de cuánto deseaba convertirse en madre. De lo felices que estaban todos cuando naciste. De las ganas de todos por conocerte. De ser alguien que pruebe que claro que los milagros existen, y que finalmente nada es imposible. Y sin duda existen, pues dos años después de esto, volvió a existir un milagro y tuve un hermanito.



Por esto y más puedo decir con toda seguridad que tengo a la mejor mamá. A una mujer que no se rinde ante nada y que lucha incansablemente hasta conseguir lo que quiere. Que es la más perseverante, la más luchona y la más fuerte. La más generosa y la menos egoísta. La más entregada y la más amorosa. La más optimista y positiva. La que menos juzga y más ama. La más dedicada y la más presente. La más responsable y protectora. La más apoyadora y confidente. La más disponible y la más cariñosa. La más sensata y la mejor consejera. La más acertada y la más accesible. La más divertida y la más alegre. La más simpática y la más bailadora. La más abierta y la más humilde. La más flexible y la más auténtica. La más leal y la más comprensiva. La más objetiva y la más tenaz. La más valiente y la más comprometida. La más paciente y la más enérgica. La más buena y la más admirable. La más ejemplar y la mejor cómplice. La más trabajadora y la más amiga. La más…. Y la más… y la lista sigue y sigue.



No cualquiera tiene una mamá como la mía, que luchó 8 años por tenerme, que me esperó con tantas ganas y tanto amor que es imposible explicarlo. Soy sin duda la más afortunada del mundo por tener a esta mujer en mi vida, y no sólo como mi mamá, sino como mi compañera, mi confidente, mi asesora, mi maestra, mi ejemplo, mi mejor amiga. Con quien puedo contar siempre, a quien le puedo decir cualquier cosa sin que me regañe o me juzgue, quien me da los mejores consejos y siempre me ubica y me motiva a ser mejor cada día. Con quien puedo llorar, pero también con quien puedo reír y divertirme, ir a los conciertos, al cine, de compras o salir a echar el drink y siempre tener las mejores experiencias. La que me ha enseñado lo más importante en la vida, y me ha acompañado en cada paso. La que me ha hecho ser lo que soy hoy, aspirando siempre llegar a ser como ella.



Mamá: No hay palabras que expliquen lo que significas para mí, lo que te amo y lo que te agradezco. Ojalá algún día pueda llegar a ser aunque sea la mitad de lo maravillosa que eres. Y ojalá todos pudieran tener una mamá como tú.



Ojalá pudiera ser mejor hija para ti, y ojalá pudiera demostrarte todos los días lo importante, lo valiosa, lo increíble que eres. Sé que cuando nací y me abrazaste por primera vez me dijiste “vas a ser muy feliz en tu casa” y sé que siempre has hecho todo para que lo sea.


Qué orgullo ser la hija de alguien así, la hija de alguien a quien todo mundo quiere tener cerca, por esa calidez humana, esa luz que irradias y todas las maravillosas cualidades que te hacen ser quien eres. Qué orgullo poder decir “esa es mi mamá”.



¡Feliz día de las madres, hoy y siempre!


Tu hija


*Soy una hija de mi madre*

Sección: Thinking Out Loud

créditos de imágenes:

-belelu.com

-ingenes.com

-tubety.com

-salud.kioskea.net

-imagenespara.net

-vanguardia.com.mx

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