top of page

Casada con ideas

Es en este crecer y en este ir de la vida, que muchas veces nos vamos casando con ideas, las cuales se van fortaleciendo a través de nuestras experiencias. Todas hablamos de acuerdo a cómo nos fue en la feria. Y tendemos a pensar que cómo nos fue una vez ya nos va a ir siempre. De ahí que si una vez nos fue mal y nos lastimaron, ya tenemos nuestras barreras y muros para evitar que esto vuelva a pasar, porque sentimos que todos nos van a lastimar.



Hay tanta gente a la que por ejemplo le fueron infiel en una relación, y fue algo tan fuerte y que lastimó tanto, que existe el miedo de que vuelva a pasar. Tanto, que se terminan muchas veces casando con la idea de que todos son iguales, todos son infieles y por lo tanto todas sus futuras parejas también les van a ser infieles de alguna forma u otra. Pero aquí radica lo peligroso de casarnos con ideas; que es algo que está tan presente en nosotros, que finalmente eso es lo que reflejamos al mundo y lo que atraemos. Además de que de forma inconsciente seguramente comenzamos a actuar de cierta manera que puede llevar a la pareja a ser infiel o a hacer lo que tanto tememos. Todo esto para nosotras poder afirmar que teníamos razón y que sabíamos que eso iba a suceder. Pero no es eso, es que nosotras solitas lo provocamos con estas ideas inadecuadas que traemos.



En mi caso por ejemplo, estoy tan casada con la idea de que no merezco que alguien me quiera, que finalmente y de forma inconsciente actuó de tal manera, que todas mis parejas después de un tiempo de salir, me dicen que no están listos para una relación, o se van. Pero a lo mejor la que no está realmente lista debido a todos estos miedos e inseguridades, soy yo.


Probablemente nos cuestionemos por qué de alguna manera estamos repitiendo patrones, por qué siempre nos pasa lo mismo. Y la respuesta a esto podría encontrarse en estas ideas con las que nos casamos, y a las que nos aferramos tanto, que finalmente llevamos a que se hagan realidad cada vez. Pero claro que al principio es duro ver que otra vez nos pasó lo mismo, entra la tristeza y la desesperación. Estamos hartas de lo mismo, de habernos ilusionado, pensado que ya por fin era el bueno, y de pronto haber caído desde lo alto, pues esa maravillosa historia con final feliz que nos creamos en la cabeza, solo existió ahí. Y por supuesto enseguida empezamos a culparnos por lo sucedido, a analizar todo lo que pasó para ver en qué fallamos, qué hicimos mal. A tal grado que llegamos a creer que hay algo malo en nosotras, que algo tenemos. Pareciera que tenemos un letrero pegado en la frente que dice “sal conmigo y luego déjame”, o “sal conmigo y ponme el cuerno”.



Pero lo único "malo" que con certeza tenemos, es que nos casamos con las ideas inadecuadas. Con ideas que lo único que están haciéndonos es daño, pues las tenemos tan metidas, tan tatuadas ya en nuestro cerebro, que nos las creemos. Creemos que así son las cosas y que así van a ser siempre. La mente es sumamente poderosa, tanto que al tener estas ideas ahí presentes, eso es lo que va a proyectar, eso es lo que va a atraer. Mientras no nos divorciemos de dichas ideas, y tratemos de cambiar ese chip, los patrones se van a seguir repitiendo, nos va a seguir pasando lo mismo que tanto tememos, y vamos a seguir sufriendo y a seguir pensando que hay algo mal en nosotras. Tenemos que parar con esta situación, tenemos que dejar de casarnos con ideas negativas. Si queremos que las cosas cambien, tenemos que empezar a hacerlas de forma diferente ¿Cómo? Divorciándonos de aquello que no nos aporta nada bueno y empezar a mentalizarnos con aquello que sí.



Sección: heart to heart



créditos de imágenes:

-taringa.net

-webphilosophia.com

-flickr.com

-hoy.com.do

Follow Us
  • Twitter Basic Black
  • Facebook Basic Black
Recent Posts
bottom of page