Inexperta/ Soy Nueva en esto
Algo que puede suceder, sobre todo si salimos con alguien más grande que nosotros o con alguien que haya salido con muchas o tenido varias novias y que por lo tanto tenga experiencia, es que se pueda llegar a enojar o desesperar frente a nuestra falta de experiencia en la cuestión de las relaciones de pareja. Esto es, que se pueda llegar a sentir porque no hacemos ciertas cosas, que seguramente son lógicas pero que claro que no se nos ocurren porque nunca las hemos tenido que hacer. Y esto es aún más difícil cuando literalmente llevamos toda la vida solteras, sin tener que estarle rindiendo cuentas a nadie, ni avisándole lo que hacemos o dejamos de hacer, ya que muchas veces ni si quiera lo hacemos con nuestros papás.
Por ejemplo supongamos que tenemos una comida o algún evento familiar, eventos a los cuales normalmente vamos solas, probablemente no se nos ocurra que si estamos saliendo con alguien o en dado caso que ya tengamos por fin novio, lo “lógico” sea que lo invitemos. Entonces llega el evento, no lo invitemos y vamos solas; él se entera y claramente y con toda la razón se siente porque no le dijimos y entonces cree que no nos importa. Pero en realidad lo que pasó fue que salió a relucir nuestra gran falta de experiencia.
Lo único que nos queda es hablar respecto a esta cuestión, jamás escudándonos o justificándonos pero sí clarificando que estamos en el proceso de aprender y que todo esto es nuevo para nosotras y que vamos a necesitar de su ayuda para ir aprendiendo lo que es estar en una relación. Probablemente le guste esta parte de que lo estamos involucrando y le estamos pidiendo ayuda para aprender, pues ya ven que les encanta enseñar y ser ellos los expertos en algo. Y nosotras tenemos que parar súper bien nuestras antenitas para no repetir aquellas cosas que se supone ya debimos de haber aprendido. Vayamos tomando nota de todo.
Lo más importante siempre es la comunicación, es la base de todo y es lo que va a evitar que estemos en pleitos constantemente. Aunque cueste trabajo, las cosas hay que hablarlas y no irlas acumulando en nuestro interior, porque entonces llegará un día en el que explotemos cual volcán y la cosa se ponga fea. No dejemos que el vaso se llene ni mucho menos que llegue la gota que lo derrame, dialoguemos con el otro, expongamos nuestro punto de vista y escuchemos el suyo. Y echémosle muchas ganas para aprender rápido y para grabarnos en la mente que ya no estamos solas, que ya estamos con alguien más y que por lo tanto lo debemos de tomar en cuenta siempre, sobre todo si queremos que él lo haga con nosotras.
Lo mismo pasa en la cuestión íntima o sexual, si él ya tiene experiencia y nosotras no, debemos de hacérselo saber, para que nos tenga paciencia, no nos presione a hacer algo para lo que a lo mejor aún no estamos listas y para que nos enseñe. Que no nos de pena decir las cosas, hablar de nuestra inexperiencia. Es la única manera de realmente aprender y de que alguien nos pueda enseñar sin presiones y sin obligarnos a nada.
Recuerda, no pasa nada, finalmente todos han sido inexpertos en algún momento de su vida.
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