No son competencias
¿Cuántas veces a lo mejor nos hemos sentido culpables por sentir que la otra persona nos quiere más que lo que nosotras la queremos? A lo mejor nunca, o a lo mejor varias veces, pero de que llega a pasar, pasa. Pero no hay porque sentir culpa, porque ni si quiera tendríamos porqué estar “midiendo” la intensidad de este amor. No son competencias. Cada quien quiere de diferente manera, y a medida de sus posibilidades.
Además otra vez aquí está nuestra parte saboteadora, en la que en lugar de disfrutar que estamos con alguien a quien queremos y que nos quiere, tenemos que buscarnos alguna manera para no poderlo disfrutar del todo. Qué afán de tener que buscar por dónde o con qué sufrir y atormentarnos. Disfrutemos lo que tenemos, disfrutemos el día a día y dejémonos de hacer tantas telarañas mentales.
Tal vez ya han oído esto, pues muchas mujeres maduras nos han aconsejado a nosotras, que “siempre es mejor estar en una relación en la que el otro nos quiera más a nosotras, que nosotras a ellos”, porque de esta manera no sufriremos tanto. Podría ser, pues dicen que el que quiere más siempre sufre más. Pero otra vez regresaríamos a la cuestión de quién quiere más a quién y eso es algo que mejor no hay que pensar.
Tenemos que dejar de lado en la relación, esta parte competitiva que tenemos todos los seres humanos, en la que nos encanta competir con todos y por todo. Entendemos que si competimos y somos ganadores, viene una satisfacción y claro que se fortalece nuestro ego. Pero ¿competir con tu pareja? ¿Competir por quién de los dos ama más? Dudo que eso sea lo más adecuado. Tenemos que aprender que hay cosas que no se pueden medir, y hay cosas en las que no se puede competir, y esa es en el amor. El comparar quién ama más, lo único que traerá son resentimientos y culpas.
Cada quién dentro de una relación sabrá si es quién ama más o si es su pareja la que ama más. Eso se siente. Te das cuenta. Pero mejor dejarlo ahí. Así como tú lo sabes, seguro tu pareja también ya se dio cuenta. Pero que eso no sea un tema de conversación, pues terminaría en pleito y solo sería algo doloroso, y que tampoco sea una competencia. Dedícate a amar y a ser amado, sin medirlo, sin compararlo y sin competir.
sección: heart to heart
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