top of page

Comunicarnos para entendernos

Las mujeres somos de Venus y los hombres de Marte, literalmente somos de diferentes planetas y pensamos muy muy distinto. Entonces lo que para nosotras es lógico para ellos no, y viceversa. Por eso no podemos dar nunca por hecho que ellos van a hacer lo que nosotras quisiéramos o lo que nos gustaría, y ellos tampoco deberían hacer lo mismo. Porque además tampoco son, ni somos adivinos, ni leemos mentes, entonces he ahí la difícil tarea de aprender a expresarnos. Al que no habla, Dios no lo oye, así que empecemos a hablar ahora. Si algo no nos gusta, si algo nos gusta, si queremos tal o cual cosa, hablemos. El otro no tiene por qué saber lo que estamos pensando, y gracias a Dios no puede leer nuestra mente, sino imagínense qué horrible.



Sabemos que no es nada fácil expresarnos tan abiertamente y menos cuando por ejemplo se trata de decirle al otro el motivo por el cual nos enojamos, pero es mejor decirlo, así nos ahorramos tiempo de enojo y desesperación en lo que él trata de adivinar lo que nos pasa y nosotras nos enojamos más porque nada más no se le ocurre qué hizo mal. Esto también sirve para ir poniendo en claro ciertas cuestiones que a lo mejor nos molestan para que así ya no se vuelvan a repetir.



No hay nada mejor que una buena comunicación, basada en la honestidad y la confianza. No podemos esperar que el otro por más que nos conozca sepa qué queremos, qué no, o qué nos pasa. Nos ahorraríamos mucho tiempo, esfuerzo y corajes, si dijéramos las cosas como son y en el momento. Los hombres luego son medio distraídos, y no son tan detallistas ni están pendientes de todo como nosotras. Sí un día te gustó mucho que te dijera lo hermosa que te veías en ese vestido, y tú esperas que la siguiente vez que salgan y tú pases horas arreglándote, te vuelva a decir algo como lo que te dijo aquella vez, olvídalo. Y ni para qué haces corajes ni te enojas, porque el pobre no va a tener ni la menor idea de por qué te enojaste.



Si te saca de quicio que cada vez que le mandas un mensaje o le contestas algo que él te mando, se tarda horas en responder aunque ya viste que ya lo leyó. Si cada vez que lo ves pasa horas hablando acerca de su jefe, y ya ni tiempo les da de hablar sobre ustedes, ni le puedes contar eso que te tiene preocupada. Si amas hablar por teléfono y te encantaría poder hablar todos los días con él, pero ni de casualidad te marca. Si te había prometido que en la semana se iban a ver y que te invitaría a ese nuevo restaurante al que mueres por ir, pero ya casi termina la semana y no te ha mencionado nada de ese plan. Si ya se te juntaron todas estas cosas y estás más que furiosa y ya no lo quieres ni ver, porque además él está como si nada. Respira y no te enojes.



Relájate, trata de entender que en realidad no tiene por qué saber lo que estás esperando que suceda, o lo que te molesta si nunca se lo has mencionado. Mejor decirle “me encanta cuando me dices que me veo bien”, “no me gusta cuando te pones a hablar de tu jefe”, “estoy enojada porque pensé que hoy me ibas a invitar a cenar”, “me desespera que no me contestes los mensajes”, “quisiera que me hablaras más por teléfono”. Si lo hiciéramos todo sería más fácil, para ellos, para nosotras, para todos. Inténtenlo y verán que los corajes disminuyen y las peleas desaparecen. No es magia, es simplemente decir las cosas y no darlas por hecho. Hablen entre ustedes y lleguen a un acuerdo, en el que se dirán las cosas antes de asumir, dar por sentado, hacer corajes o enojarse.



No podemos pensar por ellos, ni dar por hecho que van a decir o que van a actuar de tal o cual forma. Todos somos diferentes, todos pensamos y actuamos de forma diferente, cada cabeza es un mundo literalmente, y para que podamos funcionar y entender cada mundo, debemos de comunicarnos. La próxima vez que veas que las cosas no están saliendo como tú esperabas, antes de enojarte, mejor habla; dile qué esperabas o qué te hubiera gustado que pasara. Te aseguro que la siguiente vez que estén en una situación similar, él ya sabrá qué esperas y entonces tratará de hacerlo o sabrá qué no debe de hacer o decir para evitar que te molestes.



Pero no olvides que las relaciones son de dos, y que así como tú le estas diciendo las cosas y esperas que él tome nota, también él tiene el derecho y por tanto debe de decirte todo, y tú sin enojarte debes de también tomar nota.



sección: heart to heart




créditos de imágenes:

-competenciasmedicas.com

-tuparejaatuspies.com

-tuspasiones.com

-blog.enfemenino.com

Follow Us
  • Twitter Basic Black
  • Facebook Basic Black
Recent Posts

© 2015 Sunday Morning by Charlie created with Wix.com

bottom of page