Dear No One:
Acostumbradas a estar solteras, a tener nuestra independencia, a no rendirle cuentas a nadie, sin que nadie nos diga qué hacer; a estar solas y a disfrutarlo, sin tener que entretener a nadie más que a nosotras mismas. Eso pasa cuando llevamos mucho tiempo sin tener una relación. Y no tiene nada de malo disfrutar esta parte de soledad, independencia y tiempo con nosotras. Al contrario, se aprende y se crece mucho. Finalmente la única relación en la que vamos a estar toda la vida, es la que tenemos con nosotros mismos, así que esa es a la que más le tenemos que invertir.
Eso no quita que queramos tener a una persona especial a nuestro lado y que esperemos a que algún día llegue. Pero gracias a que hemos aprendido a estar solas, y hemos aprendido a tener paciencia y a esperar, es que sabremos valorar más cuando llegue ese alguien.
Así que Dear No One:
Sabemos que estás allá afuera, en algún lugar; probablemente también buscando a tu alguien especial. Que estás diseñado para nosotras, que nos vamos a complementar y que seremos el uno para el otro. Aquí estamos, esperándote, con los brazos abiertos, y con la promesa de ser buenas contigo. Ya nos cansamos un poco de estar buscando, pues aprendimos con el tiempo y con las caídas y tropiezos, que todo llega a su tiempo, y que las cosas buenas llegan para aquellos que sabemos esperar. Cuando sea el momento adecuado, sabemos que llegarás, estarás a nuestro lado y toda la espera habrá valido la pena.
Debes saber que nos gusta estar solas, tener nuestro espacio, hacer nuestras cosas. Que debido a esto quizá en ocasiones tendemos a bloquearle la entrada a la gente, aunque jamás con mala intención. Disfrutamos y necesitamos ese tiempo a solas, lo que nos lleva a que nos cueste trabajo comprometernos y sacrificar por así decirlo nuestra independencia. Pero eso implica también que cuando nos comprometemos y cuando estamos con alguien, realmente lo hacemos al 100%.
Probablemente tenemos miedo, a muchas cosas, a perdernos al estar con alguien, a comprometernos, a entregarnos, a dejarnos sentir. Finalmente no estamos acostumbradas a estar con alguien, a que nos quieran y nos cuiden personas que no sean parte de nuestra familia o amigos. Quizá no sepamos mucho acerca del amor y las relaciones, pero estamos dispuestas a aprender y entregarnos. Tenemos un corazón enorme, lleno de amor y de cosas maravillosas que dar y compartir.
Necesitaras tenernos paciencia, permitirnos nuestro tiempo a solas, y entender que nuestra necesidad de independencia y de querer estar solas no va a tener nunca nada que ver con lo que sintamos por ti; simplemente es nuestra forma de ser. Necesitaremos que nos vayas llevando de la mano y nos guíes, pues tenemos mucho que aprender en este aspecto de las relaciones de pareja. Pero hemos estado esperando a que alguien como tú nos enseñe, nos vaya quitando el miedo.
Habrá veces que se nos olvidará avisarte qué vamos a hacer o dónde estamos, o incluso se nos olvide invitarte a algún evento. No te enojes, recuerda que no estamos acostumbradas a hacerlo. Solo dinos para que lo tomemos en cuenta y no vuelva a pasar. Quizá no te busquemos tanto como te gustaría, ni te llamemos o mensajeemos tanto, pero eso no es porque no pensemos en ti ni queramos saber de ti, simplemente es falta de costumbre; no te sientas, escríbenos y háblanos, algún día ya lo haremos nosotras. No vayas a dejar de abrazarnos, darnos la mano o darnos un beso si notas que reaccionamos raro o si nosotras no somos las que buscamos ese contacto físico; chance nos cuesta trabajo pero claro que nos gusta. Verás que después de un tiempo, habrá valido la espera, la paciencia y todo el esfuerzo. Estamos un poco oxidadas y empolvadas pero si nos ayudas, podremos ir quitando esas telarañas que nos nublan y nos causan miedo y nervios frente a lo desconocido.
Nosotras solo queremos a alguien que nos abrace, que nos preste su chamarra cuando tengamos frío, con quien podamos compartir nuestra vida y envejecer juntos. Alguien que nos de la mano, que nos guíe, que nos impulse a ser mejores personas, que nos cache cuando vayamos a caer, alguien que simplemente esté. Alguien que nos ame, acepte y respete tal y como somos, con todas nuestras cualidades y virtudes, y con todas nuestras fallas y defectos; con todo el paquete. Que vea más allá de nosotros, que vea nuestra esencia y no solo nuestro cuerpo.
Alguien con quien nunca perdamos esa chispa, con quien día a día trabajemos en la relación. Alguien que nos tenga paciencia, que nos enseñe cosas nuevas y con quien podamos ir aprendiendo juntos. Que nos ame de regreso, que nos bese con ternura y con pasión. Que no tenga pena de presumirnos al mundo, de caminar a nuestro lado de la mano y de demostrar con hechos y no solo con palabras lo que siente. Alguien que tenga miedo de perdernos y que haga todo lo posible para que esto no suceda. Que sepa ser incondicional, y esté aun cuando ni nosotras nos soportemos.
Alguien que no siempre esté de acuerdo con nosotras, que nos lleve a pensar más allá y ser tolerantes con lo diferente. Que sea apasionado en lo que hace, siendo digno de admirar. Que nos rete y nos impulse día a día a cosas diferentes, a salir de nuestra zona de confort, a probar cosas nuevas y a ser mejores. Que sea caballeroso y atento, pero que también nos deje hacer cosas por nosotras mismas. Que sea detallista y nos sorprenda, abriéndonos los ojos a nuevos mundos.
Queremos a alguien que nos entienda, que se una a nuestra locura y que juntos construyamos una vida, un futuro, mil planes y una locura en conjunto. Hemos esperado tanto tiempo, que no queremos algo fácil, no queremos algo mediocre, pues ya existen muchas cosas mediocres en la vida como para permitir que el amor sea una de ellas; queremos un amor real, un amor lleno de locuras, un amor de esos que te quitan el sueño, que te dejan sin respirar, que hacen latir el corazón, que impulsan a ser mejores personas, que nos hacen perder la razón pero por las razones correctas, que nos hace sentir vivos.
Toma nota. Y levanta la cabeza, abre los ojos y ponte alerta, para que pronto nos podamos encontrar. No tardes, aquí te esperamos. Y aunque aún no te tenemos ya tenemos miedo de perderte, lo que nos da la seguridad de que esta larga espera ha valido toda la pena pues cuando nos encontremos lo sabremos y entenderemos porqué con nadie más funcionó y porqué realmente nunca quisimos estar con nadie más. Porque siempre has sido, eres y serás nuestro Dear No One, ese a quien ya le podremos poner nombre, apellido y rostro, el tuyo.
sección: heart to heart
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