Típico que... No ahorras nunca
Típico que nos urge que sea la quincena para que ya nos paguen, y así poder pagar nuestras deudas, o irnos de shopping y podernos al fin comprar esos zapatos a los que ya llevábamos un rato echándole el ojo.
Y entonces cuándo abrimos nuestra cartera o checamos nuestra cuenta de banco, ya se fue TODO nuestro sueldo, sí, TODO. Y lo peor es que muchas veces ni siquiera sabemos en qué gastamos nuestro dinero. Entre las propinas, el viene viene o el parquímetro, ese café con las amigas y los gustitos que nos damos, ya se fue el sueldo de toda nuestra quincena. Y obvio nos queremos morir porque nos volvemos a endeudar usando la tarjeta de crédito o de plano tenemos que limitarnos de ciertas cosas como ir a comer con las amigas o salir por unos drinks el fin de semana, porque no tenemos dinero.
La verdad es que la mayoría de nosotros no tenemos la importante costumbre de ahorrar. Pero nunca es tarde para empezar a hacerlo. Yo era la peor para eso de ahorrar; para empezar ni cuenta de banco tengo. Cuando me llegaba dinero, en seguida me lo iba a gastar yéndome de shopping o haciendo compras online. El caso es que nunca tenía dinero. Y no era consciente de los grandes beneficios que ahorrar nos da, empezando por el hábito que crea en nosotros.
De pronto un día me cayó el veinte de la importancia de ahorrar aunque sea un porcentaje de nuestro sueldo. Esto, cuando mi hermano estaba estudiando en Europa y yo decidí que quería ir a visitarlo. Sí, gracias, no tenía nada de dinero para poder viajar. Pero entonces me puse como meta ahorrar y ahorrar para poder conseguir el dinero suficiente para irme a verlo.
Para no hacerles el cuento largo, en poco tiempo logré ahorrar una muy buena cantidad; no gastando en tonterías, cuidando mi dinero, ahorrando un buen porcentaje de mi sueldo, y dejando a un lado mi online shopping. Tan buena cantidad, que me alcanzó para mi boleto de avión, para poder viajar con él a varios lugares, pagar hospedaje, comidas y hasta comprar algunos souvenirs y gustos para mí. Prueba de que cuando uno se propone algo, lo puede lograr si pone todo su esfuerzo en ello.
A partir de ahí, me di cuenta de que cuando ahorramos podemos después gastarlo en cosas que realmente valgan la pena como viajes, en lugar de que lo dejemos ir en tontería y media. Una muy buena opción es tener una alcancía en donde vayas poniendo todas las monedas de $10 que vayan llegando. Al cabo de un rato verán como de $10 en $10 ya juntaron una buena cantidad.
Y si administrar su dinero no se les da mucho, tan fácil como tener un documento en Excel en donde cada mes anoten sus ingresos y anoten sus gastos, para así tener un registro. También pueden anotar qué porcentaje van a ahorrar para ir teniendo un registro de cuánto llevan ahorrado y sí ya les alcanza para su siguiente viaje planeado o todavía les falta.
Yo claramente, ya estoy ahorrando para mi siguiente destino.
créditos de imágenes:
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