Típico que... Puros anillos, despedidas, bodas y bebés
Todo llega cuando tiene qué llegar. Así que no te mortifiques si estás más sola que un perro cuando sus dueños están de vacaciones, mientras todos a tu alrededor ya están formando nuevas familias.
Típico que te metes a Facebook y lo único que te salen son fotos de manos con anillos de compromiso; del momento en el que le pidieron matrimonio: en globo aerostático, en París, la ciudad del amor, o a la orilla del mar en una paradisiaca playa; de la despedida de soltera: wild on en Las Vegas, una más tranquila en la playa o una súper leve con las tías y abuelitas; de la boda civil (porque ahora resulta que la boda civil y la religiosa se hacen en dos días diferentes); y de la boda religiosa, con el súper vestido de encaje, y las quince damas con vestidos del mismo color; fotos de ultrasonidos anunciando la llegada del primer hijo, de la pancita conforme avanza el embarazo y las mil fotos de cuando ya por fin nació.
Y aunque claro que da emoción presenciar aunque sea en fotos cualquiera de estos acontecimientos, la verdad es que si da un poco de envidia cuando no ves ninguno de ellos cerca de tu panorama, nada más en el Facebook de todas las personas que te rodean, ahí a lo lejos. Esto por supuesto que hace que nos cuestionemos un poco acerca de dónde estamos paradas, qué onda con nuestra vida, llegará todo esto algún día, qué es lo que quiero de mi vida… entre muchas otros cuestionamientos que pueden surgir.
Pero que esto no sea algo que nos quite el sueño o que nos haga caer en una depresión. Valoremos lo que sí tenemos en nuestra vida, y no pasemos los días añorando lo que tienen los demás. A cada quién le va llegando lo que le toca vivir en el momento en el que le toca hacerlo. Y es típico que nos la pasemos comparando nuestra vida con la de los demás, típico que veamos el pasto del vecino más verde que el nuestro. Pero probablemente al vecino le pase lo mismo y vea más verde nuestro pasto. Siempre queremos lo que no tenemos, entonces si nosotros queremos ya casarnos y tener hijos, seguro el que ya se casó y tiene hijos aunque sea muy feliz añore sus días de libertad y soltería. Pero que realmente si nos urge casarnos o ser mamás sea porque eso queremos para nosotras en este momento, no porque nos sentimos presionadas por la sociedad o porque es lo que todas están haciendo.
No olvidemos que cada pasto es diferente, con diferente tierra y abono, con diferente cantidad de agua y de sol, distintos nutrientes y diferente tamaño y tono de verde. Mejor dediquémonos a cuidar nuestro propio pasto en vez de estar husmeando en el de junto y comparándolo. Y así cuando menos lo esperemos llegará el día en que empecemos a vivir las cosas con las que antes soñábamos, simplemente porque antes no nos tocaba hacerlo. La vida es muy sabia y hace que todo se acomode en el tiempo y el lugar adecuado y perfecto para nosotros. Trabajemos en nuestro presente y en nosotras mismas para que así poco a poco vaya llegando el futuro que queremos y nos toca. A dejar de lamentarnos y mejor dar Like a los acontecimientos felices que viven los demás.
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