¿Normal o diferente?
Para empezar ¿Qué es lo normal? ¿Quién decidió lo que era normal y lo que no? La verdad quién sabe y qué importa. Ese tipo de etiquetas solo generan prejuicios y discriminación. Todos somos diferentes, únicos e irrepetibles, así que basta de andar poniéndonos etiquetas para todo. Además, qué flojera ser normal y ser parte del mismo patrón. Lo normal me suena aburrido, ordinario, mediocre.
No nacimos para encajar, para ser borregos en una sociedad en la que existen patrones y estereotipos que según esto tenemos que seguir para poder ser parte y ser aceptados. Nacimos para destacar, para sacar al máximo nuestros potenciales y eso que nos hace ser únicos. No estamos para ser iguales a los demás, para ser como todos, para copiar al líder, para ponernos etiquetas. El mundo es de quienes se atreven a resaltar, quienes no tienen miedo de alzar la voz, de ser raros, de ser excepcionales, de ser diferentes, de salirse del típico patrón, de ser quienes son.
Los grandes genios, las grandes personalidades, los personajes que han hecho historia, son aquellos que se atrevieron, que nunca fueron “normales”, que nunca fueron aceptados en su entorno porque eran “diferentes”. Nadie que no se atreva a salir de su zona de confort (que muchas veces consiste en hacer lo que todos hacen y vivir como todos viven) va a lograr hacer un cambio en su vida o en la de otros, va a lograr dejar huella en el mundo.
Así que reflexionemos si queremos ser un borrego más, que hace lo que debe de hacer y lo que hacen todos, o sí vamos a atrevernos a brillar con luz propia y a romper el molde en el que la sociedad nos trata de mantener. Pero más que tratar y esforzarnos por destacar y ser diferentes al resto, lo más importante es tratar de ser uno mismo, de mantenernos fieles a lo que somos, a nuestros ideales, pensamientos y valores.
Necesitamos abrir nuestra mente y tratar de ver las cosas desde diferentes puntos de vista y no solo desde el nuestro o desde el “popular”. Necesitamos romper con el paradigma de lo normal y lo diferente, pues finalmente solo son conceptos imaginarios que las personas van imponiendo. Realmente no existe lo normal o lo diferente, son creación nuestra, de la sociedad; es una cuestión cultural y educacional, es pura opinión. Viene de esta necesidad tan grande que tenemos de categorizar y etiquetar todo lo que nos rodea. Tendencias, moda, grupos, forma de vestir, forma de vivir- todo necesita ser calificado, a todo le ponemos nombre, sobre todo a lo que se sale del patrón, porque eso es distinto y lo que es diferente nos da miedo.
Pero la verdad es que el mundo necesita de rarezas maravillosas, de gente diferente, de personas que busquen un mundo mejor, que quieran hacer un cambio, que se atrevan, que sean ellos mismos en un mundo donde todos tratan de ser iguales o de parecerse a otros. Seamos más bien naturales, seamos nosotros, con nuestras debilidades y fortalezas, con lo bueno y lo no tan bueno, con todo lo que nos hace ser. Busquemos que nos cataloguen como nosotros mismos y que no nos comparen o nos encasillen con estereotipos que no tienen que ver con nosotros. En un mundo en el que puedes ser lo que tú quieras, escoge siempre ser tú mismo.
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