Típico que... vas a una date y llega la cuenta
Cuando tenemos una first date, hay muchas cosas que nos ponen nerviosas, y una de ellas es el momento en el que llega la cuenta, porque siempre está la duda de quién debe pagar. En México tenemos mucho la cultura de que el hombre es el que debe de pagar, sobre todo en las primeras citas que es el proceso de la conquista.
Crecimos en una sociedad en donde el hombre es el proveedor y la mujer cuida y mantiene la casa y a los hijos. De ahí que la parte de los gastos siempre está en relación al hombre. Pero como ahora las mujeres ya no nos quedamos en la casa y salimos a trabajar y a ganar dinero, las cuestiones económicas ya no deberían de correr solo a cargo de los hombres. Finalmente una relación es de dos, y las dos partes deben de colaborar en todos sentidos para que las cosas funcionen.
Las cosas han cambiando y las mujeres exigimos igualdad en diversos ámbitos de nuestra vida; sin embargo puede haber contradicción, porque exigimos mismos sueldos y mismos puestos de trabajo, pero seguimos muchas veces queriendo que el hombre siga pagando todo. Tenemos que ser congruentes entre lo que pedimos y lo que estamos dispuestas a dar. Si queremos igualdad en todos los sentidos, tenemos que aceptar que ya no nada más va a ser recibir y recibir, sino que tendremos que dar más de lo que estamos acostumbradas a dar.
Claro que es bonito que nos consientan y nos paseen, pero nosotras también podemos hacer lo mismo por la otra persona. A lo mejor es difícil que esto pueda suceder siempre, porque generalmente ellos aún ganan más que nosotras. Pero a lo mejor llegar a acuerdos de que uno pague una vez y el otro la siguiente; o que uno pague el cine y el otro las palomitas.
Porque también pobres hombres que se gastan toda su quincena en pasearnos, cuando nosotras les podríamos ayudar un poco. O mínimo podríamos tener el gesto de ofrecernos a pagar, aunque ellos insistan en que no lo hagamos. He oído muchos casos de hombres que aunque nunca dejarían que la mujer pagara (un poco por la cultura y la educación que traemos), si esperan que por lo menos haga el intento y ofrezca.
¿En qué momento decidimos que el hombre tenía que pagar? Cuando salimos con nuestras amigas o amigos, lo normal es que se divida la cuenta entre todos o que cada quién pague su parte… entonces ¿porqué cuando salimos con un hombre esperamos que el pague y muchas veces ni si quiera sacamos la cartera para hacer el intento de pagar? Yo lo acepto, me encanta que me inviten (y ¿a quién no?) y muchas veces me hago mensa a la hora de la cuenta, pero si creo que mínimo deberíamos de hacer el intento, pues esperar que otros nos paguen nada más porque sí o por el hecho de ser hombres no está bien.
Es típico que cuando vamos a tener una first date con alguien, las amigas nos den mil consejos. Y entre ellos siempre está el típico “ay no wey, obvio él tiene que pagar la cuenta”, “tú te haces mensa cuando llegue la cuenta”, “ni se te vaya a ocurrir sacar la cartera”. Muchas mujeres tienen la idea de que el hombre debe de pagar mínimo la primera salida. Y muchos hombres tienen la costumbre de sí pagar, pero de alguna u otra manera si están esperando que por lo menos haya un ofrecimiento de parte de la mujer.
Sin embargo, podríamos estar hablando de una cuestión de poder, puesto que el dinero es de alguna manera una representación simbólica de poder. El hecho de pagar la cuenta les puede dar una sensación de control y poder sobre la situación. Y quizá nosotras al ofrecer pagar, pongamos en duda dicho poder. Por eso también es que muchos hombres prefieren no invitar a salir a nadie, o no tener novia cuando se encuentran en una situación económica difícil, pues como culturalmente ellos “deben de” pagar la cuenta, el no poder hacerlo los hace perder ese poder.
Pero como cada caso es diferente y cada persona es diferente, con cultura y educación propia, es cuando se complica esta situación y lo que nos hace nunca saber qué hacer en el momento incómodo en el que llega la cuenta.
Yo personalmente he estado en varias situaciones al momento que llega la cuenta; me ha tocado quien enseguida la toma y saca su tarjeta, no dando ni tiempo de ofrecer pagar; quién en cuanto llega me dice el total y lo que tocaría pagar por persona y quién al ofrecerle pagar, me dice que él me invita. Aun así me sigue causando mucho conflicto la situación de quién paga, pues sigue muy arraigada la costumbre de que el hombre paga, pero al mismo tiempo está la lucha por la igualdad de género, y todo esto sumado a la educación de cada quién.
Una relación debe ser un trabajo en equipo, donde haya equilibrio y donde no se le cargue toda la responsabilidad al otro ni donde sea un juego de poder. Dejémonos consentir y que nos inviten, pero también estemos abiertas y dispuestas a hacerlo nosotras también con la pareja. Pero en la primera cita donde no hay una pareja consolidada como tal, la situación puede estar un poco más complicada puesto que probablemente la mujer espera ser conquistada y eso incluye que el hombre invite, mientras que el hombre aunque sabe que culturalmente él debería pagar pues la está conquistando, si puede estar esperando mínimo un ofrecimiento.
Hemos crecido con nuestras mamás diciéndonos que el hombre es el que tiene que pagar, pues ha sido siempre algo cultural. Pero los tiempos cambian, los roles están cambiando, y nuestra manera de pensar también tendría que ir cambiando y adaptándose a estos cambios, ya no podemos ir por la vida afirmando que el hombre va a pagar.
*Grazie sorella*
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