Somatizando ando... el poder de la mente
Todo en nuestro cuerpo y mente está conectado, y esto se ve muy claro al hacer un análisis de todos nuestros achaques corporales en relación a nuestro estado emocional y psicológico. Es común y por eso ya es cansado oír que “la mente es muy poderosa” pero es cierto; si decretamos algo, podemos lograr que se cumpla, así que cuidado con lo que andamos pensando porque como dicen “be careful what you wish for, cause you just might get it” porque así nos puede pasar.
Yo soy la típica que somatizo para todo; esto es, que todo lo que me pasa a nivel emocional lo llevo a la parte física con algún malestar- obvio de manera inconsciente (porqué quién buscaría enfermarse y sentirse mal de forma consciente). El caso es que ya sé que cuando algo me pasa (nervios, estrés, confusión…) me voy a empezar a sentir mal de algo.
Siempre he sido muy nerviosa y ansiosa- y por eso cada que me pongo nerviosa por algo (cuestiones laborales, una date, conocer a alguien, examen…) me pongo mal del estómago. Every single time. Ya me lo sé- ya es lo normal. Pero todo es por no poder controlar mis nervios y mi estrés. También ya se que cuando me empiezo a confundir con alguna cuestión (especialmente en cosas del romance y el amor) me dan gripones horribles con tos, mocos y todo el paquete. Ya vi que cada vez que empiezo a salir con alguien nuevo me da gripa. Siempre. De ley. Y pues si he oído muchas teorías acerca de que cuando no decimos las cosas y nos las guardamos es cuando nos da tos y dolores de garganta y que el tener confusión de ideas es lo que genera las gripas. Aunque no es algo científicamente comprobado, yo lo he podido comprobar cada vez. Cuando analizó cómo estoy y veo porqué me enfermé entonces todo cobra más sentido.
Muchas veces solo le hacemos caso al bienestar físico, y a la parte psicológica y a la salud mental la dejamos de lado. Pero es real que una persona que está enojada, triste, estresada, puede volverse incapaz de disfrutar su vida lo que puede llevar a que afecte sus hábitos de alimentación y sueño, lo que a su vez podría generar un círculo vicioso de malestar y enfermedad que alterarían aún más su estado de animo.
Cuando estamos de buen humor y satisfechos con la vida, tendremos mejor apetito, dormiremos mejor, tendremos más ganas de hacer ejercicio y de cuidarnos para seguir sintiéndonos bien. Pero si estamos deprimidos, ansiosos y estresados, no tendremos ganas de nada y nuestro sistema inmune disminuirá su actividad y con eso podemos llegar a enfermarnos, porque nuestras defensas bajan al descuidarnos en aspectos vitales como sueño y alimentación.
Entonces si podemos ver que hay una relación entre lo que sentimos en la parte emocional y el cómo estamos físicamente en nuestro cuerpo, pues lo ideal es hacer que dicha conexión funcione lo mejor posible y este libre de trabas y cosas que solo nos causen malestares. Con esto quiero decir que necesitamos poder tener contacto con cómo nos sentimos emocionalmente para poderlo trabajar, expresar, sacar, remediar.. y todo esto sin que haya consecuencias físicas que nos causen malestar y dolor.
Si nos tragamos y guardamos todo lo que nos pasa y todo lo que sentimos, es lógico que por algún lado tenga que salir y manifestarse. Así que si no lo sacamos de forma adecuada, va a salir de la peor manera, enfermando nuestro cuerpo. Así que pongamos mucha atención a nuestro cuerpo, porque nos habla y nos dice mucho- es tal cuál el reflejo de nuestra vida. Tratemos de estar en paz mentalmente para que esto lo transmitamos a nuestro cuerpo y éste pueda funcionar de la manera más óptima y también esté en paz.
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