Qué chula es Puebla
Heróica Puebla de Zaragoza, la capital del estado de Puebla, se encuentra a aproximadamente dos horas de la CDMX. Y alrededor de 20-30 minutos de Cholula (nosotras fuimos primero a Cholula, donde nos hospedamos y de ahí fuimos un día a conocer Puebla.)
Como íbamos en coche, buscamos un estacionamiento público en el centro. Encontramos uno de $12 la hora. Y empezamos a caminar por las callecitas.
Encontramos la Iglesia de las Capuchinas, donde veneran al Santo Niño Cieguito, que según la tradición la imagen fue robada de un convento en Morelia, y al arrancarle los ojos de esmeraldas, éstos empezaron a sangrar.
Nos dirigimos al Museo Amparo, el cual nos súper recomendaron. El Museo Amparo es una institución privada fundada en memoria de Amparo Rugarcía de Espinosa en 1991 por Manuel Espinosa Yglesias y su hija Ángeles Espinosa Yglesias Rugarcía a través de la Fundación Amparo, con el compromiso de conservar, investigar, exhibir y divulgar el arte prehispánico, virreinal, moderno y contemporáneo de México.
El inmueble del Museo Amparo se remonta al siglo XVI cuando en 1538 se funda el primer hospital de la ciudad de Puebla, llamado San Juan de Letrán, conocido como “El Hospitalito”.
Primero encontramos una exposición temporal, a cargo de Juan Fernando Herrán- Ni heróes ni Mártires, quien ha hecho observación de los vacíos de la historia y los mecanismos de su silenciamiento. También como exposición temporal encontramos la de Eduardo Abaroa- la tipología del estorbo- en la cual presenta su proyecto Destrucción total del museo de Antropología, donde especula sobre la demolición de este simbólico edificio.
Como exposiciones permanentes, tenemos la principal- salas de arte Prehispánico, donde a través de 7 salas podemos ver la colección de diversas piezas de la civilización mesoamericana. Podemos encontrar una magnífica línea del tiempo, en donde vemos la evolución de las civilizaciones de los diferentes continentes a lo largo del tiempo.
Otra exposición es la de la colección de arte virreinal y del siglo XIX- en donde podemos observar obras realizadas durante el periodo novohispano (1521-1821) y el México independiente (hasta 1900).
Por último, en el tercer piso, se encuentra la terraza, donde puedes disfrutar de algo de la cafetería mientras observas la vista llena de cúpulas y techos de las iglesias y edificios del centro. Vale mucho la pena la visita al museo.
Nos dirigimos hacia el zócalo de la ciudad. Ahí se encuentra el Palacio Municipal, que es la sede del ayuntamiento. Está construido sobre lo que fuera la antigua audiencia, iniciado en 1887 y terminado en 1906.
Ahí mismo en el zócalo encontramos la Catedral de Puebla, la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción- declarada patrimonio de la humanidad como parte del centro histórico. Sus torres son famosas, pues son las más altas de las catedrales latinoamericanas con más de 70 metros.
Frente a la catedral, se encuentra la Casa de la Cultura, en cuyo interior se tiene uno de los lugares más importantes a nivel cultural en Puebla- la Biblioteca Palafoxiana. Fue en 1646, cuando el obispo, Juan de Palafox y Mendoza, donó su biblioteca particular de 5 mil volúmenes a los colegios de San Pedro y San Juan, con la condición de que se le permitiera el acceso a cualquier persona que supiera leer- con esto se convirtió en la primera biblioteca pública del continente americano.
Caminamos hacia la Plazuela de los Sapos- barrio nombrado así debido a que se inundaba con mucha frecuencia, dejando la presencia de muchos sapos. Es un barrio con varios locales y tienditas, en donde en la plaza, los domingos se pone un mercado de antigüedades. Y los viernes y sábados en la noche se llena de música en los bares y cafés. Nosotras solo lo recorrimos ya que al ser entre semana no estaba el mercado.
Pero cerca de ahí, se encuentra el mercado de artesanías El Parián, el cuál si quieren comprar los recuerditos y las típicas artesanías poblanas, sin duda deben de visitar.
Seguimos caminando (en cada esquina hay letreros indicando con flechas hacia dónde dirigirte para llegar a cada uno de los lugares de interés en la ciudad), y llegamos a la Casa del Alfeñique- solo vimos la fachada- pero es un museo fundado en 1926- siendo el primer museo de la ciudad, y caracterizado por su arquitectura de estilo barroco. Según la leyenda fue construido como regalo de bodas para una novia que había pedido una casa de alfeñique (tipo de caramelo español).
Tampoco entramos, pero pasamos por el Museo de Arte- es el antiguo hospital de san Pedro de la época virreinal en Puebla, construido en 1541. En el ahora museo, podemos encontrar 8 salas de exposiciones y una importante colección pictórica novohispana del siglo XIX.
Nos encontramos con la casona de la China Poblana, que es ahora un hotel y restaurante. Pero la historia de la china poblana es interesante, ya que ni era china, ni era poblana- era una esclava de la India, que se casó con un hombre chino- y vivió en Puebla. Es el nombre también del traje típico de las mujeres en el estado de Puebla.
En la siguiente cuadra, encontramos la Iglesia del Espíritu Santo- conocida como Templo de la Compañía por haber sido fundada por religiosos jesuitas pertenecientes a la compañía de Jesús. Aquí se encuentra la lápida de Catarina San Juan (la famosa china poblana).
Nos detuvimos a disfrutar la deliciosa gastronomía poblana, con un tradicional chile en Nogada y unas enchiladas con tres tipos de moles.
Una parada vital, es en la calle de Sta Clara, pues es la calle de los dulces típicos, entre ellos las galletas de sta Clara, buenísimas!
A tres cuadras del zócalo, encontramos uno de los templos más importantes es el de Santo Domingo de Guzmán- pues data del siglo XVI, construido por orden de los dominicos alrededor de 1552. Es famoso por que en su interior se encuentra la Capilla del Rosario- joya del barroco.
Caminando un poco, nos topamos con el Palacio Episcopal o Federal, que se distingue por los frescos que decoran sus muros, representando paisajes europeos. Actualmente es sede de las oficinas de correos.
La Casa del Deán es una joya virreinal del siglo XVI. Es la casa más antigua de Puebla, terminada en 1580- siendo propiedad del Deán de la catedral- Don Tomás de la Plaza. En el interior las habitaciones están adornadas por murales- actualmente es un museo.
Al ya haber recorrido los principales puntos de atracción en el centro histórico- nos dispusimos a tomar el tranvía para conocer lugares un poco más alejados. Se toma en el zócalo con un costo de $80. Se observa el Zócalo, los Portales, el pasaje del ayuntamiento, palacio municipal, la casa del que mató al animal- la cual es prueba de la arquitectura civil de la época colonial- cuenta con una leyenda en la que se dice que un día entró un monstruo con forma de serpiente y devoró al pequeño hijo- pero un día un jinete dispuesto a matar al monstruo, lo logró regresando a la ciudad con la cabeza de dicha serpiente. Actualmente es sede del diario El Sol de Puebla.
Pasamos por el barrio de los Sapos, para seguir hacia el Barrio Analco, donde se encuentra la Igleisa del Barrio. Podemos observar el Puente de Ovando- el cual fue construido en 1777 con ayuda del dinero recolectado por una fiesta de toros, pues el puente de Analco había sido destruido y necesitaban dinero para construir uno nuevo. Frente a la Iglesia del Barrio, se encuentra la escultura de Sebastián- el ángel custodio- el alma de la ciudad vigilada por ángeles y regida por tradiciones- la cual fue inaugurada en 2003.
En el Barrio El Alto se ubica el mercado “José María Morelos”, mejor conocido como el “mercado El Alto”, un lugar concurrido por mariachis, al que se ha denominado el “Garibaldi de Puebla”.
Pasamos por el ex convento de San Francisco de Puebla- el cual fue el primer convento en Puebla- se colocó la primera piedra en 1535. En el interior se encuentra el cuerpo momificado del beato San Sebastián de Aparicio, muy venerado en Puebla.
Nos adentramos a la ciudad de los murales, en el barrio de Xanenetla. Es un barrio que durante mucho tiempo estuvo olvidado, convirtiéndose en peligroso e inseguro. Para combatir esto, se inició el Proyecto ciudad mural, en el que artistas locales lograron plasmar 15 murales en algunas casas y paredes del barrio, para embellecer y mejorar dicha zona.
Siguiendo el recorrido encontramos el Monumento a Ignacio Zaragoza, general importante en la Batalla de Puebla. En este monumento, que en realidad es un mausoleo, descansan los restos de nuestro general.
Con el motivo del 150 aniversario de la Batalla de Puebla, se construyó el Parque de la Concordia, un mirador con vista al lago de la Concordia, y con el fuerte de Loreto a las espaldas, haciendo conexión entre dicho fuerte y el de Guadalupe. Cuenta con senderos por los que se puede caminar, suelo ondulante para que los niños jueguen y patinen; se puede atravesar el lago con lanchas y en algunas noches se presenta un show de luces.
Los fuertes de Loreto y Guadalupe son unas antiguas edificaciones militares que se encuentran en la ciudad de Puebla. Originalmente se trataba de capillas construidas en lo alto del cerro Acueyametepec, que fueron reconstituidas a principios del siglo XIX como fortificaciones con finalidades militares. Sirvieron como escenario principal tanto en la batalla como en el sitio de Puebla, durante la Segunda Intervención Francesa en México. Fueron declarados como patrimonio histórico de México, y actualmente albergan museos de sitio.
El fuerte de Loreto actualmente es el Museo de la No Intervención, y cuenta con un acervo que se compone de objetos históricos del siglo XIX, como armas, banderas, documentos, óleos, artículos personales y vestimenta militar, que abarcan desde la consumación de la Independencia hasta la restauración de la República.
En el museo del fuerte de Guadalupe se narra de forma interactiva la victoria del ejército mexicano sobre el francés. En su interior se exhiben objetos y obras de arte de los s. XIX y XX: grabados, retratos, óleos, escudos de talavera y monedas.
Desde acá se puede ver la vista hacia el centro de Puebla. Nos tocó verla con un arcoíris de fondo.
Cerca del fuerte de Guadalupe encontramos el monumento a la Victoria, inaugurado en 1962- denota la fuerza del ejército mexicano y el triunfo en la batalla contra los franceses.
Nuestro recorrido regresa entonces hacia el centro histórico. Pasamos por el Barrio del Artista, barrio bohemio ideal para disfrutar de un café, observar la fuente barroca adornada con esculturas y conocer los talleres de pintores y artistas que trabajan a la vista del público.
La iglesia de San Cristóbal, Se empezó a construir en 1604 y es conocida por su fachada de estilo plateresco temprano y por su trabajo de yesería. Su interior alberga un maravilloso púlpito de ónix.
El ex convento de Santa Clara fue Fundado en 1607. De este ex-convento salieron los dulces más típicos de Puebla.
Más Adelante encontramos la Casa de los Muñecos, cuyo origen está vinculado con la cultura poblana. Esta suntuosa casa del siglo XVIII es una finca típica poblana de período barroco en cuya fachada se pueden apreciar azulejos de diversos colores. Tiene una serie de balcones alternando con los tableros de dieciséis figuras de talavera, conocidos popularmente como “Los Muñecos”. En 1983, la Casa de los Muñecos es adquirida por la Universidad Autónoma de Puebla, y la destina a instalar en ella el Museo Universitario.
Nos bajamos del tranvía en el zócalo. Caminamos hacia el estacionamiento donde dejamos el coche. Y nos fuimos al Hotel la Purificadora, para disponernos a echar un drink de despedida de Puebla. Dicho hotel es la personificación de una fábrica purificadora de agua del siglo XIX, remodelada por el reconocido arquitecto mexicano Ricardo Legorreta.
El lobby es uno de los espacios más acogedores del hotel ya que cuenta con dos chimeneas y una vista espectacular a la iglesia de San Francisco. Nosotras estuvimos en el área de la terraza, donde se puede apreciar el atardecer con la Iglesia de San Francisco de fondo y una vista a los jardínes. Aquí los huéspedes se pueden relajar en la alberca, sauna o jacuzzi. Nosotras brindamos con unas ricas margaritas- buenísima la de Jamaica.
Antes de que anocheciera, regresamos hacia Cholula, para cenar y descansar en el hotel.
Conozcamos nuestro país y conozcamos lugares como Puebla, tan ricos en tradiciones y cultura y sede de uno de los eventos más importantes en nuestro país, la famosa Batalla de Puebla. Sin duda podemos decir “qué chula es Puebla”.
créditos de imágenes: by Charlie