top of page

#FuerzaMéxico

Nada como la tranquilidad de sentir que controlamos todo. Pero ¿qué pasa cuando llega algo tan fuerte y poderoso que nadie puede controlar? Algo como un desastre natural, que llega, te mueve el piso, te descontrola y te vuelve chiquito y vulnerable. Así nos sentimos los mexicanos este 19 de septiembre- indefensos, apanicados y con una incertidumbre tremenda.




Si son como yo, que no me dan miedo los temblores, probablemente ahora eso cambió. En mi caso, fue por el hecho de estar en una escuela, rodeada de niños de preescolar, y con una niña bajo mi responsabilidad. Tenía pánico de que algo le pasará. También fue por ver que no había sido cualquier temblorcito, como todos los que había sentido a lo largo de mis 27 años- sino empezar a ver que había estado TAN fuerte que había muchos daños, derrumbes y hasta muertes. Me sentí pequeña, impotente. Pasamos horas en el patio de la escuela, bajo el rayo de sol, con niños desesperados y aburridos, que no entendían que pasaba, pero que tenían que estar ahí quietos, esperando hasta que sus papás o alguien lograra llegar por ellos. Para esto pasó mucho tiempo, pues la ciudad literalmente se paralizó.




Hacía justo 32 años, en 1985, la ciudad había sido sacudida por un gran terremoto, para el que nadie estaba preparado, se cayeron miles de estructuras y se murieron miles y miles de personas. A más de treinta años después, se creía que estábamos preparados; pero sin duda no lo estábamos. Justo tuvimos el simulacro, que como cada año realizamos en esta fecha, en memoria de aquel gran temblor. Y a las dos horas, del mismo día, de un 19 de septiembre, vuelve a ocurrir la tragedia. Quizá un poco más preparados, porque no hubo la misma cantidad de muertos ni de derrumbes, pero los hubo.




México se movió, y con esto, los mexicanos. Hubo y sigue habiendo una movilización impresionante de toda la sociedad civil. Sabemos que no contamos con el gobierno, y sabemos que nuestro país y nuestros hermanos nos necesitan. Ver cómo se caían los edificios, ver cómo se quedaba gente ahí atrapada, cómo había familias que perdían todo, nos hizo reaccionar. México tembló y nosotros nos levantamos.




Era una sensación de no podernos quedarnos con los brazos cruzados; de buscar la manera de ayudar, a medida de nuestras posibilidades. Ver las noticias y no poder contener las lágrimas ante todo lo ocurrido, ver a nuestra ciudad, nuestro país en pedacitos. En estas situaciones siempre hay distintas formas de reaccionar, como expectador viendo qué pasa y cómo otros hacen las cosas (como el caso del gobierno) o moverte y ver cómo ayudar. En el caso de los mexicanos, de nuestra sociedad civil, no podía ser de otra manera- México entero se movilizó para ayudar.




El 19 de septiembre dejamos de ser fresas, nacos, jóvenes, viejos, ricos, pobres, estudiantes, godinez, millenials, bloggers, famosos, profesionistas, amas de casa, analfabetas, discapacitados, perros…. Porque todos nos convertimos en uno solo, en México, en mexicanos. Porque somos capaces de arriesgar nuestra vida por salvar la de otros, de tomar palas y picos y quitar escombros porque hay esperanza de encontrar vida, de dar lo poco que tengo a alguien que se quedó sin nada, de quitarme mi suéter y dárselo al que tiene frío, de formar brigadas para salir a ayudar, de crear albergues para quienes se quedaron sin un techo- de unirnos cuando se necesita.




Porque amas de casa y niños prepararon comida para alimentar a la gente y a los brigadistas que ayudaban, porque niños donaron sus juguetes para llevarlos a los albergues, porque hospitales y doctores prestaban sus servicios sin costo alguno, porque familias abrían sus casas para darle un techo a personas desconocidas que lo perdieron todo, porque los psicólogos ofrecen sus servicios sin costo vía telefónica o en brigadas de apoyo, porque restaurantes se ofrecen como comedores gratuitos regalando comida y bebidas, porque arquitectos e ingenieros ofrecen sus servicios para ir a revisar los edificios dañados, porque escuelas, universidades, tiendas y casas se convirtieron en centros de acopio para recibir y mandar víveres a las zonas necesitadas, porque “famosos” se han encargado de informar y convocar a sus fans invitándolos a donar y buscando donativos, porque tienditas han regalado todo su material, porque tenemos verdaderos héroes caninos que han ayudado a encontrar decenas de cuerpos, porque extranjeros o mexicanos que están fuera y no pueden dar sus manos, dan donativos; porque veías las calles llenas de brigadistas y de personas queriendo ayudar, porque la ayuda era tanta que en ocasiones tenía que ser rechazada, porque al querer ir a comprar donaciones, los supers y farmacias estaban atascados y ya los productos necesarios estaban agotados de tanto que la gente salía a comprar Y porque tantas y tantas personas no se han quedado con los brazos cruzados.



Porque algo tan devastador como lo que pasó, causó algo mucho más tremendo que edificios caídos, y gente herida…. Causó un cambio en nuestro país, un cambio en nosotros como mexicanos. Ya no somos los mismos que antes; al menos yo ya no quiero serlo. He visto una unión y hermandad como nunca antes vista- muestras enormes de generosidad, solidaridad y amor al prójimo.




Las crisis siempre podemos tomarlas como oportunidades. Y en este caso, tenemos una oportunidad increíble en nuestras manos y no la podemos dejar ir. Yo ya no tengo miedo de que vuelva a temblar, tengo miedo de que como mexicanos regresemos a como éramos antes del 19 de septiembre. Yo no quiero ser un país de flojos, de ladrones, de corruptos… quiero ser como lo hemos demostrado en estos días, un país de hermanos, de grandes héroes, de solidarios, de generosos, de CHINGONES.




Se me salen las lágrimas escribiendo esto, y se me salen las lágrimas cada vez que veo en redes sociales o en las noticias, en lo que nos hemos convertido. Es un orgullo ser mexicana y es un orgullo ver a mis mexicanos mostrando lo que verdaderamente somos- un pueblo que se levanta de las caídas, y que se une a pesar de todo para podernos levantar, un pueblo que no necesita de su gobierno y que solito demuestra de lo que estamos hechos.




Que esto no se acabe nunca, que estas ganas de ayudar al otro no se terminen jamás; que encontremos siempre esa mano amiga, esa sonrisa, ese apoyo, esa amabilidad. Porque esto no puede ser solo por un ratito, solo por mientras dura la tragedia, tiene que ser de aquí para el real. No podemos esperar otro desastre para unirnos así otra vez.




Gracias México, gracias Mexicanos, por siempre demostrar lo grandes que somos y lo enorme de nuestro corazón. Sigamos siempre así, no perdamos la oportunidad que tenemos enfrente. Solo así podremos salir delante de esta y de todas, solo así podremos ser realmente el maravilloso país que queremos y que tanto necesitamos. Ya tomamos México y NO lo podemos volver a soltar jamás.








créditos de imágenes:

- sumédico.com

-eluniversal.com.mx

-instagram.com

-es.123rf.com

-politicayestilo.com

-vix.com

-conectica.com

-sopitas.com

-floripondia.blog

culturacolectiva.com

-de10.com.mx

-publimetro.com

-laverdadnoticias.com

-milenio.com


Follow Us
  • Twitter Basic Black
  • Facebook Basic Black
Recent Posts

© 2015 Sunday Morning by Charlie created with Wix.com

bottom of page