TÍPICO QUE... ME URGES 2018
No sé para ustedes, pero para mí 2017 fue un año un poco del terror, fue un año difícil, doloroso, de caídas de muchos 20´s y en general de crisis. Así que a mí la neta, ya me urgía que se acabará el año, porque, aunque suene trillado, la llegada de un nuevo año es realmente la oportunidad de empezar de cero de alguna manera.
Lo empecé alejada de mis mejores amigas, y con el dolor profundo de haberme dado cuenta que los demás no van a hacer lo mismo que tú harías- y que tristemente es mejor no esperar nada de nadie porque si no, nos vamos a terminar decepcionando- tal y como a mí me pasó- y es que, qué difícil es no generarnos expectativas en relación a otros.
Darnos cuenta de con quiénes contamos y con quiénes no, es duro, pero también es una maravilla. No hay nada como la certeza de saber quién está contigo en las buenas y en las malas. Y es mucho mejor saber que tienes dos buenos amigos, que siempre están, a pensar o sentir que tienes a veinte, que namás hacen montón pero que en realidad no están cuando lo necesitas. Tristemente este año tuve muchos momentos malos, ideales para saber quién estaba a mí lado, y evento tras evento pude confirmarlo- así que supongo que “gracias 2017”.
Tuve cambios en mi trabajo, que han implicado sacrificios de mi parte y que me han hecho cuestionarme un poco más, qué es lo que quiero de mi futuro, qué es lo que me gustaría estar haciendo. Pues finalmente en todos los trabajos, creo que llega un punto en el que ya diste todo lo que podías dar, y que dar más implicaría pérdidas y no ganancias; ciclos que se tienen que terminar y cerrar, para poder seguir avanzando y creciendo pero en otro lado. Ver que quizá hay posibilidades que no habías contemplado en otras áreas y que a lo mejor sería importante arriesgarte a experimentar lejos de tu zona de confort- no encasillarte en lo que se supone tendrías que estar haciendo.
Con el nuevo horario de mi trabajo, tuve que perder pacientes que tenía en las tardes y eso me derrumbó un poco. Pero sin duda, cuando se cierra una puerta, se abre otra- porque en seguida y sin buscarlo me llegó otra oferta de trabajo con nuevos pacientes- en un ámbito nuevo para mí- pero que al aceptar el reto con mil angustia y dudas- he encontrado algo que me encanta y me apasiona. Por eso les aconsejo que no se cierren a una sola cosa, que experimenten y que, aunque tenga miedo y dudas- se enfrenten a ellos porque verán que tienen todo para vencerlos; y aunque se caigan y se equivoquen- aprenderán de ello.
Año de pérdidas y despedidas pues mi abuela se nos fue, y aunque fue algo triste, creo que se puede rescatar el hecho de que unió a la familia de mi papá con nosotros. Cuando alguien se muere, muchas veces tendemos a centrarnos en la tristeza y el dolor de su partida, quizá arrepintiéndonos de todo lo que no hicimos y no valoramos en su momento; pero siempre queda la posibilidad de mejor enfocarnos en la unión que puede traer para quienes nos quedamos atrás. Ya no podemos hacer nada en relación a quién ya no está, pero de nada sirve arrepentirnos por lo que ya no pudimos hacer por o con dicha persona; mejor aprovechemos para disfrutar más la vida y disfrutar de quienes seguimos aquí.
De pronto la vida puede sorprendernos con segundas oportunidades (no siempre y no a todos, así que, si se te presenta, no la sueltes y aprovéchala) tal es el caso de lo que nos pasó con mi papá. Típico que nunca iba al doctor, pero debido a cuestiones del seguro, tuvo que hacerse un chequeo- y pum-> alerta roja. Le encontraron broncas en la próstata, pero gracias a que le encontraron esto, también se dieron cuenta de que tenía problemas en el corazón y lo pudieron atender a tiempo sin mayores complicaciones. Es impresionante como de verdad todo pasa por algo y pasa justo cuando tiene que pasar. La segunda oportunidad que les digo, viene como resultado de que se tenían 90% de probabilidades de un cáncer de próstata (sobre todo porque mi tío y mi abuelo lo tuvieron) y 10% de que no fuera cáncer. Después de unos meses terribles de estudios, procedimientos e incertidumbre, por fin podemos terminar el año agradeciendo ese 10%- pues la biopsia salió negativa. Ahora esperemos que tanto él como nosotros, sepamos valorar esta segunda oportunidad que se nos presenta de empezar el año con la certeza de que hay salud, y que tenemos papá para rato.
Como país y como mexicanos, este año no vimos “lo duro sino lo tupido” porque nos llegaron unos terremotos que literalmente sacudieron a nuestro país, dejando gran destrucción, muerte y desolación. Pero es impresionante como en medio de la desgracia podemos encontrar maravillas- un país que se cayó, pero se levantó más fuerte y unido que nunca, donde la solidaridad y la entrega de los mexicanos estuvo presente desde el segundo uno y donde todos de alguna forma u otra demostramos de lo que estamos hechos y de que no hay reto ni prueba que no podemos superar si nos unimos todos. Ahora la lección y la prueba máxima será que no nos volvamos a soltar nunca, que ese amor al prójimo lo demostremos día a día y no solo cuando se cae la ciudad y que no olvidemos que la ayuda se necesita todos los días y que aún hay mucho por hacer. #fuerzaMéxico
Cuando se te sacude todo a nivel personal, familiar, laboral y hasta tu país se sacude- todo en el mismo año, la neta está cabrón. Pero la cosa no es estancarte ahí, en la victímez de “qué difícil estuvo todo, qué horror, pobre de mí”, sino salir adelante, aprendiendo de cada cosa que pasó, porque todo pasó por algo, para enseñarnos algo, para movilizarnos, para hacernos crecer, para ayudarnos a ser mejores, a ser más felices, a encontrar nuestro lugar.
Así que, aunque estoy feliz de que ya te acabas, y de que puedo celebrar la llegada de un nuevo año, rodeada de mi familia y con mi papá sano y entero- te agradezco enormemente lo difícil que fuiste porque eso me hizo un poco más fuerte y más madura y porque sin duda aprendí mucho. Aprendí quién está y quién no, que es mejor no esperar nada de nadie para así no decepcionarme, que cuando se cierra una puerta se abren otras, que con esfuerzo y trabajo se pueden superar los retos, que el esfuerzo y dedicación en lo que hagas te pueden llevar a oportunidades que no hubieras imaginado, que la vida te da segundas oportunidades y que hay que saber aprovecharlas, que todo siempre pasa por algo, que la familia es lo mejor que tenemos y lo siempre constante, que de las fuertes caídas nos podemos levantar aún más fuertes, que la unión hace la fuerza, que de lo malo siempre pueden salir cosas maravillosas, que de todo se aprende y que a pesar de todo lo “malo” de este año, siempre hay cosas increíbles que rescatar.
2018 te esperaba con ansias, y traigo la mejor actitud y todas las ganas para hacer de ti un año maravilloso. Porque finalmente depende de nosotros si será un año bueno o no tanto. Así que a empezar con nuestra lista de propósitos como cada año y tratar de cumplirlos (porfa pónganse metas realistas y más especificas).
Por acá nos seguirán leyendo este año- les deseamos lo mejor en este nuevo comienzo-
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