Típico que... ¿cuáles propósitos?
Cuando está por acabarse el año y ya se acerca uno nuevo, tenemos la costumbre de mirar hacia atrás para ver lo que logramos y también para ver lo que nos faltó hacer- para así entonces murar hacia el futuro y plantearnos nuevas metas. Pero con esta vida loca, ajetreada, en chinga, donde queremos todo instantáneo, ¿cómo podremos lograr todo aquello que queremos conseguir? Empezamos con ilusión de alcanzar nuestras metas, para enfrentarnos con la cruel realidad, en la que quizá no tenemos tiempo, dinero o motivación suficiente para trabajar por ellas.
Quizá el problema radique en que, tendemos a plantearnos metas muy tradicionales y generales. Necesitamos tal vez modificarlas para hacerlas más aterrizadas y realistas y que entonces podamos alcanzarlas sin desgastarnos y hasta pudiendo disfrutar el camino.
Especifica tus ideas: que tus metas no sean demasiado ambiguas o amplias. Piensa de forma más específica, más concreta para que la meta sea más realizable. En vez de decir “ir al gimnasio o hacer ejercicio” mejor piensa “aguantar una hora corriendo o salir a caminar 40 minutos diarios”; en lugar de decir “ahorrar”, mejor di “guardar $100 a la semana en la alcancía”.
Paso a paso: Aunque quisiéramos siempre que nuestros logros sean gigantescos, también es importante valorar los pequeños logros que alcanzamos día a día. Que tus metas sean diarias o semanales, en lugar de anuales.
Ponlo en tu agenda o en tu calendario: si lo anotas entre tus pendientes, tal vez sea más fácil que te des el tiempo de hacerlo para así poder palomear o tacharlo. Respeta lo que anotes y no canceles- finalmente es algo para ti.
Comparte tus metas: Si tus propósitos solo los sabes tú, quizá sea más fácil que los dejes a un lado, porque si no los cumples la única que lo sabrá serás tú- pero ese es un súper error pues finalmente tú eres la más importante y a la que más le debería importar que cumplas tus metas. Pero si ese es tu caso, entonces a lo mejor, será buena idea que le cuentes tus planes a alguien más para que así de alguna forma vigile y te motive a que sigas en el camino de cumplirlos.
No es todo o nada: muchas veces es imposible cumplir diario y al 100% con lo que nos planteamos como metas, y no pasa nada, si es que después las retomamos, nada de que “ay como hoy no puedo ir al gym porque tengo un evento- entonces ya mejor dejo de ir para siempre”
Paciencia: Para alcanzar lo que nos proponemos es vital ser constantes, tener disciplina y sobre todo ser pacientes. Las cosas que valen la pena no se logran en un dos por tres, necesitan de trabajo y esfuerzo.
Y por si de plano no se te ocurren ningunas metas para este año, aquí te ayudamos con algunas ideas. Recuerda adaptarlas a ti, a tus posibilidades y necesidades, y sobre todo hacerlas concretas y específicas. ¡Suerte y feliz año!
Apreciar tu edad
Reconciliarte con tu cuerpo
Cuidar cómo te hablas a ti misma.
Llevar una especie de diario donde anotar cosas como: lo mejor del día, mi mejor cualidad, áreas de oportunidad, nuevas metas…
Probar nueva comida.
Aprender a cocinar tu platillo favorito.
Tomar clases de un nuevo idioma.
Saludar a todos en el trabajo.
Ir a terapia.
Ser voluntario o ayudar en una causa.
Tomar agua
Ir a un chequeo médico.
Perdonar a alguien que te lastimó.
Usar bloqueador solar diario.
No usar el celular antes de dormir- al menos una hora.
Tomar clases de baile.
Entrenar y correr un maratón.
Agradecer todos los días lo que tienes.
Plantar un árbol.
Hacer un viaje a algún lugar que no conozcas.
Organizar una fiesta o reunión para juntarte con tus amigos.
Usar las escaleras en lugar de subir por ell elevador.
Reducir el tiempo que pasas en las redes sociales.
Ir a un día de spa.
Hacer un baño de burbujas.
Intentar llevar una dieta balanceada- ve al nutriólogo.
Disminuir tu consumo de alcohol/café/azúcar.
Meditar o buscar un espacio y un momento personal.