Típico que... miedo a ser feliz
Estoy oyendo la canción “Scared to be happy” de Fifth Harmony, la cual habla de una mujer que es fuerte y valiente para todo en general, pero que cuando se trata de la felicidad, para eso tiene miedo y no entiende por qué.
Cuando nos preguntan ¿cómo estamos? es rara la persona que te dice de entrada que “muy bien”, como que la mayoría siempre tendemos a soltarnos con nuestras mil quejas y problemas en la vida, o si llegamos a decir que estamos “bien” es porque quizá no tenemos tanto tiempo para dar detalles de porque no estamos tan bien.
Cuando vamos a echar el cafecito con las amigas, la situación se presta más para hablar de los dramas de la vida, que de las cosas buenas. Fíjense la próxima vez que vean a sus amigas. Tal vez preferimos que se nos compadezca a que se nos envidie, aunque la cosa suena más lógica al revés, no sé. Más bien creo que al hablar acerca de nuestra felicidad y de lo bueno que tenemos o que estamos viviendo, esto se vuelve un poco más real, y al ser real, existe la posibilidad de que se acabe, y esto nos aterra, así que mejor shhhhh.
Pero también puede ser que de alguna forma nos une más con el otro compartir la miseria- tristemente lo malo puede en ocasiones llegar a unirnos más que lo bueno- esto porque tendemos a prestar más atención a lo negativo que a lo positivo.
Como seres humanos estamos hechos para ver lo peor de las cosas- las amenazas y los peligros para sobrevivir- pero si nos concentramos en la felicidad y en lo bueno, podemos perder de vista cualquier amenaza- así que mejor nos lo guardamos.
En específico las mujeres (sobre todo porque aún hay ámbitos en los que se nos sigue haciendo menos y nuestros logros no se valoran igual que los de los hombres) tendemos a pensar que fue suerte, que no va a durar, que es demasiado bueno para ser verdad- porque así lo hemos aprendido de la sociedad.
Tristemente el único lugar en el que de alguna manera nos permitimos ser felices es en las redes sociales. Nadie sube fotos o escribe acerca de lo miserable que está, de lo mal que la está pasando, de cómo lleva días llorando. Al contrario, ahí nos dejamos ir en cuanto a lo bueno- porque es el único lugar en donde de alguna manera siempre recibimos retroalimentación positiva- en Instagram solo llegan Likes.
Bien dicen que, en esta vida, nada es para siempre, ni lo bueno ni lo malo. Así que, en lugar de aterrarnos, y de guardarnos lo feliz que estamos o lo bien que nos está yendo, disfrutémoslo el tiempo que dure. Finalmente, las personas que reconocen su felicidad son más sanas y más creativas. Contagiémonos de la buena onda y de los triunfos de otros y tratemos de contagiar a los demás con nuestra felicidad. Callemos nuestra voz interior que nos dice que “hay fecha de caducidad” y permitámonos ser felices, aunque sea por 5 segundos. Nos debemos a nosotros mismos ser felices y hacer felices a los que nos rodean.
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